viernes, 20 de febrero de 2009

CÁNCER DE MAMA y su PREVENCIÓN.

El cáncer de mama afecta a una de cada ocho mujeres durante sus vidas. El cáncer de mama mata más mujeres que ningún otro cáncer, excepto el cáncer de pulmón. Nadie sabe por qué algunas mujeres desarrollan cáncer de mama, pero existen algunos factores de riesgo y dentro de ellos existen los factores que no se pueden modificar, que incluyen:
Edad: las probabilidades de tener un cáncer de mama aumentan a medida que una mujer envejece.
Genes: existen dos genes, BRCA1 y BRCA2, que aumentan el riesgo en gran medida. Las mujeres que tienen antecedentes familiares de cáncer de mama o de ovario deben realizarse pruebas periódicas.
Factores personales: primera menstruación antes de los 12 años o menopausia después de los 55
Otros factores de riesgo incluyen: sobrepeso, terapias de reemplazo hormonal, uso de pastillas anticonceptivas, consumo de alcohol, no tener hijos o tener el primer hijo después de los 35 años, o tener mamas densas.

Existen dos tipos principales de cáncer de mama:
El carcinoma ductal que comienza en los conductos que llevan leche desde la mama hasta al pezón. La mayoría de los cánceres de mama son de este tipo.
El carcinoma lobulillar comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que producen leche.
En raras ocasiones, el cáncer de mama puede comenzar en otras áreas de la mama.

Muchos cánceres de mama son sensibles a las hormonas estrógenos, lo cual significa que el estrógeno hace que el tumor canceroso mamario crezca. Este tipo de cáncer se denomina cáncer positivo para receptores de estrógenos.

Los síntomas del cáncer de mama pueden incluir la presencia de una masa en la mama, un cambio de tamaño o forma de la mama, o secreciones por el pezón.
El tratamiento puede consistir en radiación, lumpectomía, mastectomía, quimioterapia y terapia hormonal.
Los varones también pueden tener cáncer de mama, pero es muy poco frecuente.

PREVENCIÓN:
La detección precoz involucra:
1. Autoexámenes de mama
2. Exámenes clínicos de las mamas por parte de un profesional médico
3. Mamografía de detección

Las mujeres entre los 20 y 39 años de edad deben hacerse examinar las mamas por parte de un médico, al menos una vez cada tres años dependiendo de sus factores de riesgo.
Las mujeres de 40 años en adelante deben hacerse examinar las mamas por parte de un médico, al menos una vez cada año dependiendo de sus factores de riesgo.
Las mujeres deben consultar con su médico inmediatamente si notan un cambio en sus mamas sea que se practiquen o no los autoexámenes de mama.
Es importante la realización del AUTOEXAMEN DE MAMAS y los examenes de ayuda diagnóstica como la ecografía de mama (en menores de 30 años), la mamografía (indicado a partir de los 30 años) cada dos años, pueden ayudar a diagnosticar el cáncer de mama precozmente, cuando es más tratable.
Esta es la forma como se debe realizar EL AUTOEXAMEN MAMARIO (gráficos tomados de ADAM)
" Se recomienda que las mujeres de 20 años o más se examinen las mamas una vez al mes, durante la semana siguiente al período menstrual."





miércoles, 11 de febrero de 2009

LOS ANTIOXIDANTES

Los antioxidantes son sustancias que protegen a nuestras células de los efectos de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas producidas cuando el cuerpo degrada los alimentos o por la exposición ambiental al humo del tabaco y la radiación. Los radicales libres compuestos principalmente por nitritos y nitratos pueden dañar las células y pueden representar un papel importante en las enfermedades cardíacas, el cáncer y el desarrollo otras enfermedades. Los antioxidantes se encuentran en muchos alimentos. Entre éstos, las frutas y los vegetales, las nueces, los granos y algunas carnes, aves y pescados. Las sustancias antioxidantes incluyen:
  • Beta carotenos
  • Luteína
  • Licopeno
  • Selenio
  • Vitamina A
  • Vitamina C
  • Vitamina E

Los betacarotenos, perteneciente a la familia de los carotenoides son compuestos liposolubles fuertemente pigmentados (rojos, anaranjados, amarillos), están presentes de forma natural en muchas frutas, granos, aceites y vegetales (plantas verdes, zanahorias, papas, calabaza, espinaca, albaricoques y pimientos verdes). Se consideran pro-vitaminas porque se pueden convertir en vitamina A activas.


La Luteína es un pigmento amarillo de la familia de los carotenoides que se encuentra en las algas, guisantes o arvejas, cebolla de hoja larga, brócoli, yema de huevo, espinacas, acelga, repollo, col, maíz, jitomate, camote, plátano, perejil, apio, papa blanca, flor de calabaza y naranja. La yema de huevo posee un 85% de luteína, el maíz un 60 % y el brócoli un 20 %. Una de sus propiedades más estudiadas es la de proteger un punto de la retina ocular llamado Mácula que es donde el ojo tiene mayor agudeza visual. La Luteína puede ayudarnos, por tanto, en la lucha contra la degeneración macular y también como prevención o tratamiento coadyuvante de las cataratas.

El licopeno es un pigmento vegetal, soluble en grasas, que aporta el color rojo característico a los tomates, sandías y en menor cantidad a otras frutas y verduras. El consumo de licopeno tiene un efecto beneficioso sobre la salud humana, Un estudio de la Univesidad de Harvard publicado en el año 2002, reveló que el consumo de licopeno redujo en un 45% las posibilidades de desarrollar cáncer de próstata en una población de 48.000 sujetos que tenían en su dieta por lo menos 10 raciones semanales de tomate o subproductos de éste. Tiene efectos preventivos de desarrollo de enfermedades en el tracto digestivo, cardiovasculares y del envejecimiento así como también reduce los niveles de colesterol malo (LDL), que produce ateroesclerosis.

El selenio es un micromineral antioxidante que previene las reacciones excesivas de oxidación, y su acción se relaciona con la actividad de la vitamina E. Este mineral protege contra enfermedades cardiovasculares y estimula el sistema inmunológico (defensas). Al decir que es un antioxidante demás esta decir que disminuye el proceso de envejecimiento celular, y también se lo asocia a la prevención del cáncer. Se encuentra en alimentos de origen animal, carnes, hígado, riñón, vegetales y cereales integrales.

La vitamina A se encuentra en predomino en los productos lácteos, la yema de huevo y el aceite de hígado de pescado; en todos los vegetales amarillos a rojos, o verdes oscuros; zanahoria, calabaza, zapallo, ají, espinacas, radiccio, lechuga, brócoli, tomate, espárrago; y en las frutas: durazno, melón, papaya, mango.

La vitamina E se encuentra principalmente en la yema de huevo, aceites vegetales germinales (soja, cacahuate, arroz, algodón y coco). Vegetales de hojas verdes y cereales y panes integrales.

"Se recomienda un consumo de hasta 5 porciones de una combinación de frutas y verduras por día para un rico aporte de antioxidantes y fibra la cual es vital para la mejora del tránsito intestinal".